La casa naranja se llenó de orgullo con la visita de la ingeniero Cristina Ascenzi, quien viajó desde Indiana, Estados Unidos, para ofrecer en su alma máter la charla “De la ingeniería a la investigación doctoral”. Durante el evento, Cristina conversó sobre el recorrido de su carrera, que inició en la unimet y la llevó a realizar su proyecto de investigación en Indiana University-Purdue University (IUPUI), lugar donde se encuentra realizando un PhD en Química Orgánica.
Completó sus estudios de la carrera Ingeniería Química en la Unimet en el año 2019, luego de realizar su proyecto de grado bajo la tutoría de la profesora Eleida García. Desde este momento mostró su interés en la química orgánica, enfocándose en la extracción de quinina, una parte del tratamiento para la malaria. “Trabajamos junto a la Fundación Proyecto Maniapure para diseñar el proceso de extracción a mayor escala de esta medicina, de forma que pudiera sintetizarse en su propio laboratorio”.
Luego de una breve pausa para viajar a Alemania a aprender el idioma, Ascenzi tuvo la oportunidad de iniciar sus estudios de doctorado en Indiana, donde actualmente se encuentra trabajando con el Dr. Yongming Deng, quien se especializa en fotocatálisis, una “reacción fotoquímica que convierte la energía solar en energía química en la superficie de un catalizador”.
Es una manera de minimizar la cantidad de compuestos tóxicos en las reacciones, utilizando luz visible para lograr una reacción más rápida. “Nosotros nos concentramos en desarrollar nuevas reacciones que puedan usarse en la industria farmacéutica, con el propósito de ahorrar costos y tiempo”, explicó.
Con su visita a la unimet, la egresada espera establecer una conexión entre ambas universidades que sea el inicio de una asociación fructífera para ambas instituciones, ya sea a través de alianzas, colaboraciones o intercambios. Sin embargo, su objetivo principal es explicarles a los estudiantes el proceso para llevar sus estudios de pregrado en ingeniería al área de la academia y la investigación, así como demostrarles que el camino a un doctorado no es tan imposible como puede parecer.
“La gente suele pensar que es algo muy difícil o que solo está destinado a personas excepcionalmente brillantes, pero en verdad es totalmente alcanzable. Me gustaría que los estudiantes no se cerraran a la oportunidad solo por no contar con la información. Yo pensaba que estudiar en Estados Unidos sería muy cuesta arriba por los costos, pero el doctorado está siendo cubierto en su totalidad por la universidad, la cual además me brinda una remuneración económica para mis gastos”, señaló Cristina, quien agradeció al Departamento de Ingeniería Química de IUPUI, y al jefe de departamento, Partha Basu, por patrocinar su viaje a Venezuela.
Por último, expresó su deseo de seguir ganando experiencia en las distintas áreas de la ingeniería química, de forma que sean conocimientos que pueda traer de regreso a la Universidad Metropolitana para seguir elevando el nivel de la investigación en la Unimet y su reconocimiento internacional.