Este lunes 12 de junio el Orfeón UNIMET y el Ensamble Afro-Venezolano entregaron la Orden Orfeón de la Universidad Metropolitana y la Orden Ensamble Afro-Venezolano a 14 coralistas y a un instrumentista.
Estos reconocimientos buscan premiar a aquellos estudiantes que, para el momento de su graduación, hayan realizado un trabajo sobresaliente y destacable por no menos de 3 trimestres consecutivos dentro de la Selección.
En palabras de la maestra Neleb García, directora del Orfeón: “El canto coral como expresión musical, siempre ha estado presente en la vida humana a lo largo de la historia y sigue teniendo una presencia más vigente que nunca. La música practicada en grupo más allá del arte de cantar y disfrutar, también crea un espacio de sociabilidad, y por ser un lenguaje universal, es capaz de unir diferentes culturas, sociedades, identidades e ideologías bajo un mismo fin, todo esto recae en el hecho que hoy nos convoca, que es el reconocimiento al trabajo y compromiso que estos estudiantes han mostrado dentro del orfeón”.
El Dr. Julio Salas, director del Ensamble también resaltó “Nuestra cultura y nuestra música han ganado espacios en la universidad y es precisamente gracias a la participación activa de nuestros estudiantes, quienes con alto sentido de pertenencia y gusto por nuestras tradiciones, transforman en gratas melodías sus intereses y motivaciones. Hoy es un día de orgullo, nuestro Ensamble hace entrega de su primera distinción a uno de nuestros miembros, quien se ha desempeñado como pieza fundamental del talento humano de la agrupación. A él infinitas gracias por su musicalidad y apoyo constante”.
Recibió la Orden Ensamble Afro-Venezolano:
Fritz Lindow, Graduado de Educación que se desempeñó como Tamborero y Percusionista del Ensamble desde su fundación.
Recibieron la Orden Orfeón UNIMET:
Catherine Porciello, Graduada de Ingeniería Mecánica, se desempeñó como Soprano por 13 trimestres.
Alexandra Rodríguez, Graduada de Idiomas Modernos, se desempeñó como Soprano por 17 trimestres y fue miembro de la Junta Directiva de la Selección.
Andrés Cova, Graduado Summa Cum Laude de Idiomas Modernos, se desempeñó como Tenor por 12 trimestres.
Isabela Vitolo, Graduada Cum Laude de Psicología, se desempeñó como Soprano por 17 trimestres y fue miembro de la Junta Directiva de la Selección.
Camila Vitolo, Graduada Cum Laude de Idiomas Modernos, se desempeñó como Soprano por 15 trimestres y fue miembro de la Junta Directiva de la Selección.
Sabrina García, Graduada de Ingeniería de Sistemas, se desempeñó como Contralto por 12 trimestres y hace dos años recibió la Orden Banda de Jazz en su 1ª y 2ª Clase.
María Valentina García, Graduada de Ingeniería de Producción, se desempeñó como Contralto por 10 trimestres.
Michelle Vega, Graduada de Estudios Liberales, se desempeñó como Contralto por 8 trimestres.
Erik Urrutia, Graduado de Idiomas Modernos, se desempeñó como Tenor por 9 trimestres.
Josymar Wanderlinder, Graduada de Economía, se desempeñó como Soprano por 12 trimestres.
Miguel Hopkins, Graduado de Administración, se desempeñó como Bajo por 12 trimestres.
Ana Gabriela Quintero, Graduada de Derecho, se desempeñó como Contralto por 15 trimestres y fue miembro Fundador de la Junta Directiva de la Selección.
Víctor Paisano, Graduado de Estudios Liberales, se desempeñó como Tenor por 12 trimestres.
Antonio Sapene, Graduado de Idiomas Modernos, se desempeñó como Bajo por 7 trimestres.
Camila Vitolo, Ana Gabriela Quintero, Erik Urrutia y Miguel Hopkins se encuentran actualmente viviendo fuera de Venezuela y recibieron “a distancia” sus condecoraciones.
Desde Alemania Carmen Vitolo comentó al respecto “agradezco inmensamente este reconocimiento, significa muchísimo para mí. Formar parte del Orfeón ha sido, sin duda, de las mejores experiencias que he tenido en mi vida y la mejor experiencia de haber estudiado en la Unimet. No solo me desarrollé y aprendí mucho como cantante de una agrupación coral, sino también como persona humana y como parte de un grupo, de algo más grande que uno solo. Sin el Orfeón, mi vida universitaria no hubiese sido la misma, ni yo sería la persona que soy ahora; estaría como incompleta. De hecho, me hace una gran falta. Los extraño muchísimo: a mis profes, directoras, a mis compañeros cantores, y la magia que uno crea en conjunto cuando se pasa una pieza nueva de arriba a abajo por primera vez o cuando estamos todos juntos en una presentación ante un público. Eso es lo que uno hace cuando pertenece al Orfeón de la Unimet: magia. Gracias a mis maestras Neleb y Luisa, a mis varios compañeros orfeonistas y a la Junta Directiva. Es realmente un honor y, a pesar de la distancia, mi corazón sigue con todos ustedes”.